sin campanas y sin torres
y muchas monjitas dentro
preparan dulces de flores.
Mi nacimiento es marino
sin ser marisco ni pescado.
A todo el mundo doy gusto
y a mí nadie me lo ha dado.
Me encanta subir, flotar y lucir mi pelo.
Blanco fue mi nacimiento,
verde mi niñez,
roja mi madurez
y negra mi vejez.
Soy el que jamás descansa
y va y viene sin cesar.
Nunca me puedo secar.
Jamás te aburre mi danza.
En presencia o añoranza
tú siempre me vas a amar.
Una cosa kikiricosa
que va por el agua
y nunca se moja.
Si sube, nos vamos.
Si baja, nos quedamos.
Lo que no consiguen fuerza ni destreza
para mí es muy fácil, toda una simpleza
Pocos me respetan, pero no hay derecho,
pues sin mí estarían sin cama ni techo.
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